Aprovechando la maravillosa era de la
tecnología en la que vivimos, en la que cualquiera puede expresar su opinión
acerca de cualquier tema aunque no tenga ni la más remota idea de lo que está
diciendo, yo no iba a ser menos y quedarme atrás, así que he decidido crear
este blog al que he bautizado como "La economía del pan y circo".
Y es que querido
lector, que a pesar de vivir en el siglo XXI, y enorgullecernos como lo hacemos
de vivir en una sociedad avanzada, seguimos cometiendo el error que cometieron
nuestros antepasados antes que nosotros, y no es otro que el de dejarnos engañar
por el pan y el circo. Nerón, al que los libros de historia han vendido siempre
como a un loco borracho, fue el padre del sistema político actual, y es que él
descubrió que para triunfar en política no era necesario más que llenar el
estómago de la plebe, y crear un bonito espectáculo sobre el que fijaran sus
miradas.
Llevando este tema
a la sociedad actual, pude darme cuenta durante los comienzos del pasado
verano, concretamente durante la primera quincena de junio, hasta que punto
este sistema puede llegar a funcionar. Retrocedamos ahora unos meses y
situémonos en el día 1 de junio; eran días oscuros para la economía española,
la sombra del rescate se cernía sobre nuestro país, las noticias pesimistas
sobre el negro futuro de España parecían ser el único tema sobre el que hablaba
la prensa. Pero de pronto, cuando todo parecía perdido, apareció la salvación
de España. Y no, no llovió dinero, ni todos los parados encontraron trabajo, ni
se nos apareció la virgen para explicarnos como salir de la crisis, ni llegó al
poder un político medianamente competente...¡no! Ocurrió algo muchísimo mejor,
algo que la gran mayoría de los españoles llevábamos mucho tiempo esperando, de
pronto, vimos la luz, nuestras vidas volvieron a cobrar sentido, y es que 23
hombres aparecieron en nuestros televisores para dejarnos petrificados con sus
goles y con su maravilloso juego. ¡LA EUROCOPA IBA A COMENZAR!
Pongámonos serios
porque la cosa es preocupante, el día 9 de junio, un día antes del comienzo de
la Eurocopa de naciones, el ministro de economía, Luis de Guindos, compareció
ante los medios de comunicación para solicitar un rescate de nada menos que
100.000 millones. La noticia, que en unas condiciones normales debía haber
tambaleado los pilares sobre los que descansa este país apenas tuvo impacto.
Poco le importaba ya al ciudadano de a pie la economía, que tontería era ya
hablar sobre las duras medidas que el gobierno debía imponer para pagar la
deuda, lo verdaderamente importante en ese momento era si nuestro queridísimo Vicente
del Bosque, debía jugar con un delantero o en su lugar jugar con un falso 9. El
circo, señoras y señores, ya estaba montado. Pero la cosa no acaba aquí, tras
solicitar el rescate, pudimos observar a un apenado Mariano Rajoy. Normal
pensarán ustedes, el pobre hombre tras solicitar el rescate era consciente de
la que se nos venía encima y estaba preocupado por el futuro y el bienestar de
todos los españoles. Eso hubiera sido lo normal, pero como en este mundo pocas
cosas lo son, esta no iba a ser una excepción, nuestro gran presidente
únicamente estaba triste porque pobrecillo, ¡no iba a poder ir a ver jugar a
Nadal ya que si no, no le iba a dar tiempo a ver el partido de España contra
Italia! ¡Usted si que es un mártir señor Rajoy!
Me gustaría pensar
que en condiciones normales se le habría obligado a Rajoy a pedir disculpas por
semejante sinvergonzonería, y que un amplio sector de la población hubiera
pedido su inmediata dimisión, pero para entonces el circo ya estaba montado...
Conclusión: Nerón
era un genio.